Fernando Llorente, el goleador de moda del fútbol español, ha posado en exclusiva paraEsquire, ejerciendo de modelo y presumiendo de percha (la misma que trae de cabeza a los defensas de la Liga y a más de una chica). También nos ha concedido una jugosa entrevista en la que habla de Mourinho, Guardiola, los rumores de su fichaje por el Madrid, los recuerdos del Mundial, los cantos de sirena de la Premier League, sus inicios y hasta de lo duro que es para un riojano, como él, no poder comer con vino.
Entrevista:
Mis orígenes son una mezcla. Nací en Pamplona el 26 de Febrero de 1985, pero fue casualidad. Mi madre había acabado de tener una operación de riñón y su hermana, mi tía, era enfermera en un hospital de Pamplona, así que para evitar problemas con el parto, fue a Pamplona para que yo naciera.
Me crié en Rincón de Soto, un pueblo de la Rioja. La familia de mi madre es de Navarra, y la de mi padre, de la Roja. Y bueno, ahora vivo desde hace muchos años en Bilbao. Esas son mis raíces.
Yo desde siempre supe que quería jugar al fútbol. Cuando tenía 12 años, el Athletic le preguntó a mi familia si me dejaban irme a jugar y a vivir a Bilbao. Fue una decisión dura, porque tenía que separarme de mis padres, y todavía era un niño. Desde pequeño, en vez de vivir en la residencia del club en Derio, muy cerca de Lezama, fui a vivir a Las Arenas, en Getxo, con una familia que se convirtió en mis padres adoptivos. Lo dejé todo atrás: mi pueblo, mis amigos, mi infancia... Pero sabía muy bien lo que quería: ser un futbolista. Me acuerdo que algunas veces lloraba por la noche. Cuando llevaba dos años allí, la madre de esa familia - Maite - murió de cáncer y tuve que irme. Todavía sigo en contacto con ellos. Para mí son mi familia de Bilbao.
Crecí muy pronto. Durante un verano crecí mucho. Siempre era el más alto de la clase. Es raro, porque siempre desde que me vine al Athletic, he jugado de delantero centro [muchos niños que son altos juegan de defensa]. Nunca he jugado en otra posición.
El hombre que creyó en mí fue Ernesto Valverde (ex-jugador del Espanyol, del Barça, del Athletic y actual entrenador del Olympiakos). Yo estaba en el equipo B, era muy joven, y nadie sabía quién era. Urzaiz se lesionó y me llamaron. Al día siguiente estaba jugando en San Mamés, en un partido oficial. Fue el 15 de Enero de 2005.
Mi deber es marcar goles. Es mucha responsabilidad, pero la he tenido desde hace unas cuantas temporadas. My papel en el equipo va siendo más importante con el tiempo. Ya me he acostumbrado.
También se aprende de las malas rachas. Justo después de irme al primer equipo, en 2006, tuvimos dos temporadas horribles. Estuvimos luchando para no descender hasta el último partido. [Fernando no lo dice, pero los dos entrenadores de esas temporadas - Mendilíbar y Clemente - raramente lo sacaron a jugar]. Las cosas no iban bien, y todo el mundo - los directores, los aficionados, el club, estaban nerviosos. Pasar por tiempos difíciles te ayuda a valorar de verdad los buenos.
¿Mou o Guardiola?
Para mí, ambos son geniales. Tienen estilos diferentes, pero los dos son muy conocidos por su habilidad en el trabajo. Mourinho lo ha ganado todo, y Guardiola también, en solo unos pocos años. No podrían ser mejores. ¿Polémica? Yo creo que muchas veces los entrenadores intentan atraer a los fans y asumir el enorme peso de la prensa para liberar a sus futbolistas de esa presión. No creo que sea una mala estrategia. Lo que los jugadores tenemos que hacer es concentrarnos en el balón y dejar lo demás detrás. Los dos saben muy bien qué es lo mejor para sus equipos y cuando tienen que llamar la atención y cuándo no.
Mi cláusula de rescisión es de 36 millones de euros, y sí, creo que es demasiado. Sobretodo sabiendo que ahora estamos en crisis. Pero yo la acepté y la firmé. Cuando negociamos mi contrato anterior, pedí un aumento de sueldo y el club me dijo que sí, pero que entonces aumentarían también el precio de mi cláusula. Me parece lógico que el Athletic quiera protegerse a sí mismo. Esto no significa que yo valga 36 millones, una cifra escandalosa, es más como un seguro de vida que tu club tiene.
En general, es raro que un club pague ese precio porque al final siempre se alcanza un acuerdo. Necesito concentrarme. Ahora mismo, no quiero pensar en mis futuras negociaciones. Si prestara atención a todos los rumores, me distraería mucho. Este comienzo de temporada ha sido el mejor de mi carrera y no quiero estropearlo.
Mi ídolo de la infancia era Julen Guerrero. También me gustaban Joseba Exteberriá e Isma Urzaiz. Tuve la suerte de jugar con todos ellos en el primer equipo del Athletic, y estoy muy orgulloso de ello. De mis compañeros de la selección, me gustan Xavi e Iniesta, y de los extranjeros, Ibrahimovic. Tiene la coordinación y calidad técnica que muchos querrían tener. Me gusta cómo se mueve, como controla el balón. Es curioso que a parte de su estatura, es mucho mejor disparando balones con los pies que con la cabeza.
Cada vez se habla más e mi. Es lo que pasa cuando te conviertes en el delantero de referencia. No hago nada especial para alejarme de sus garras, pero voy al gimnasio, hago pesas, para estar fuerte y ser capaz de sacar lo mejor de mí.
Me han dicho muchas veces que me iría bien en la Premier. De vez en cuando hablo de esto con Fernando Torres o Xabi Alonso, que tienen experiencia allí, y me cuentan el respeto que hay allí en Inglaterra por los jugadores y las tradiciones que rodean todo. A lo mejor acabe allí dentro de unos años, pero ahora mismo, me gusta estar en la liga BBVA.
Tengo un montón de recuerdos inolvidables del Mundial. Los mejores son todo el tiempo que vivimos juntos, de concentración, lo bien que nos lo pasamos compartiendo este sueño. Recuerdo que después de los partidos nos quedábamos despiertos hasta muy tarde hablando, jugando a las cartas y disfrutando de la experiencia. El peor juego para mí fue el de cuartos de final contra Paraguay. Estaba muy nervioso. Si Iker no hubiera parado aquel penalti, creo que nos hubiéramos ido a casa. Y después, aquel con Robben en la final... La gente habla mucho del gol de Iniesta, pero le debemos mucho a Casillas. Fue un factor muy importante.
Para alguien de La Rioja, es muy difícil no beber vino durante el almuerzo, pero soy un profesional y no puedo abusar. Algunas veces voy con el equipo a visitar una bodega, pero no hacemos mucho más. Me gusta cuidarme y descansar bien. Me gusta comer en casa, controlar mi dieta... Pero tomar una copa de vino de vez en cuando no le hace daño a nadie.
Aquí tenéis las fotos: